


Así es, casi al estilo de futurama, donde los personajes creados por Groening se transportan por unos tubos de un lado a otro de la ciudad, los ciclistas de Toronto ( que se estiman alrededor de 330.000) emularán a esa serie del ideario del universo Simpson, pero con un relativo esfuerzo y una infraestructura diferente obviamente, ya que la intención del Arquitecto que pensó estos “Tubo-bici” es reducir la resistencia del aire para que las bicicletas alcancen una velocidad de 40 km/hora. Esto lo concretaría dándole a cada dirección de traslado un tubo, es decir cada conducto tendría una sola vía para avanzar.
Chris Hardwicke dijo que “con este proyecto se conseguiría disminuir el tráfico de coches, y se ofrecería a los ciudadanos una manera rápida, saludable y no contaminante forma de transporte”.
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