Porque encontraron la confirmación de la propia voz que les permite a los músicos sentir ese poder interior que clama por manifestarse y liberarse de todo el prejuicio que carga la cultura de la Docta sobre ellos y así comenzar a saberse alquimistas capaces de convertir esa obcecación en conocimiento.
De esta forma ayudan a la transformación de la cultura lineal que se propone en la ciudad, pluralizándola, emancipándola, retorciéndola y sacándola de una buena vez de ese espacio pasivo que sólo reconoce al cuarteto.
Pésame, la banda que integran Esteban Kábalin en voz, Cuerda Tarnavasio en guitarra, Daniel Tita en el bajo y Coco Yannello en batería, la noche del 31 de mayo en el Auditorio Radio Nacional dio a conocer el manifiesto de la intensión que mora inquietante en sus corazones y que salió de su ostracismo para conmover física, mental y espiritualmente a la gente, y la audiencia que asistió llenando el recinto salió del lugar henchida del sentir de ese Rock que no le da tregua, que cautiva y emociona.
Ellos fueron esa demostración, que bulle internamente, de las ganas de comenzar a “ser” en su propia tierra…
Cada uno de los músicos que integra la banda tiene una trayectoria recorrida que les otorga un aplomo y conciencia concreta de lo que quieren en este presente, sin distracciones de ningún tipo, que junto a sus evidentes virtudes han dado forma a ese fuego en la interpretación de su imaginario actual.
Kábalin erigido en “la voz” de su Docta querida por el gran caudal vocal con el que fue bendecido y con intensiones de hacerla oír por todos los rincones del país en cada grito que profirió, incluso en momentos sonaron desgarradores, con los que marcaba territorio en nuestra conciencia y en la del Universo, pero no para usurpar, sino pidiendo ese lugar que les corresponde.
Apoyado por una banda que generó una “Tempestad” rockera que sonó estruendosa y que tuvo en Tarnavasio al gran ejecutor de ese instrumento, el de las seis cuerdas, que tañe con soltura y parsimonia, pero que suena como un trueno que en su reverberar parecía querer construir mundos paralelos.
El “Cuerda” es el gran rescate del Rock de Córdoba, que lo ha recuperado en el momento preciso, y… ¡Qué gratificante es poder disfrutarlo en ese ámbito!.
Yannello fue asombroso en la mimetización que alcanzó con el repercutir del primitivo y ancestral legado humano, pareciera que conociera esos secretos atávicos dibujando parábolas con ellos en cada baquetazo.
Un punto y aparte fue su solo de batería. Podemos describirlo simplemente como magia tribal.
Y llegamos al Dani Tita que en su natural sencillez humana es el que aporta el silencio en la banda, el silencio que contiene a todo el sonido que genera Pésame, dentro y fuera de escena. Es el canalizador, el mitigador, el catalizador, el bálsamo y la conciencia.
Forma una base demoledora con Coco que construye los fuertes cimientos sonoros con los que la banda da cabida a su impronta a veces salvaje, otras pacíficas, empero, siempre contundente.
No es una crónica del concierto porque nosotros nos movemos por sensaciones y sentires cuando escribimos aquí en el blog, esto es lo que grabó Pésame con el fuego de su arte en nosotros y nos confirma lo que siempre hemos meditado, que no hay ninguna diferencia entre los artistas del Rock de Córdoba y cualquier músico del mundo, es decir, también tienen un valor único e inobjetable y la apreciación que tengan de ellos en su propio terruño dependerá de lo conscientes que estén de su valía como artistas.
Pésame no necesita demostrar de qué están hechos, sencillamente vienen por su lugar, ese lugar que siempre esperó por ellos, cuatro grandes amigos que le dan la oportunidad a ese destino fructífero y le dan el pésame al prejuicio y a las mentes de aquellos que creen que en el Rock de Córdoba no hay músicos capaces de conmover sus espíritus.
Pésame – “La Tempestad”
Pésame – “Plegarias”
Web oficial: https://www.facebook.com/pesame.banda
2 comentarios:
Pésame...presente del poderío de la escena musical de Córdoba!
Sin ninguna duda amigo!
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