jueves, 8 de mayo de 2014

El dinero como el fin del espíritu que se mueve a través del todo

El dinero siempre ha sido en la humanidad un Dios venerado, perseguido, buscado como un fin en sí mismo y esa perspectiva a llevado al mundo a donde hoy se encuentra, en la desidia, concupiscencia, superficialidad y en el soporífero olvido de la simpleza y la sencillez, que son las que nos permitirían entrar en la profundidad de todas las cosas que podemos vivir y experimentar como seres humanos, desde un simple mirar a los ojos de otra persona, hasta dar con las certezas que el Universo interior y exterior tiene para nosotros.

La moneda, plata, dinero, como prefieran llamarle, no es un fin, es un medio, y un medio de transito, no de constipada codicia que llena nuestras vidas de impuros sentimientos como el miedo, el egoísmo, el desamor, la vanidad, etc.

¿Para qué está entonces? Para realizar todos nuestros propósitos y para compartir la abundancia que viene cuando cambiamos esa perspectiva enferma sobre él.

Y la música no es ajena a toda esa carencia de la que articulamos. Muchos músicos cayeron en el olvido de lo que es verdaderamente el ejercicio o vocación de un artista, relegándolo por lo material.

Es común hoy en día verlos comulgar con políticos por el simple hecho de henchir sus cuentas bancarias justificándose bajo el lema de “se preocupan por los artistas”, lo que los ha convertido, y aquí hacemos una salvedad ocupándonos de Argentina, en títeres carentes de espíritu crítico y de arte.

Trent Reznor dijo al Daily Records algo que tiene que ver con nuestra observación pero desde otro aspecto:

“Habiendo visto muchas bandas en la actual temporada de festivales en la que estamos… Cuando ves que se genera más emoción en las carpas de música de baile, creo que el estancamiento ha penetrado en la música rock. Una naturaleza bastante conservadora reptado en la música y no me refiero al aspecto sonoro. Tengo la sensación de que muchas bandas de hoy están diseñándose para lograr una buena crítica en los blogs de moda y eso es probablemente lo más seguro y cobarde que puedes hacer como artista.

Si tienes algo que decir, dilo. Exprésate y rompe las reglas. Lo que trato de hacer es prestar atención, en cierto modo, a lo que pasa en el mundo exterior y al mismo tiempo aislándome para confiar mi propia voz y mi propio sentido de lo que es correcto y apropiado”.

Esa es la actitud que se ha perdido en la música de hoy, sobre todo en el Rock, que precisamente nacía para cuestionarse y revelarse ante las imposiciones de normas y pensamientos unilaterales de lo que deberían ser las cosas.

El guitarrista Argentino Claudio Gabis (Ex Manal y La Pesada) declaró en el Diario La Voz del Interior de Córdoba en noviembre del año pasado que: “El rock es establishment y hay que refundarlo para que siga teniendo un valor de denominación de una estética y sobreviva como sistema de pensamiento. De alguna manera, hay que reivindicar las motivaciones que nos llevaron a hacer música a todos los jóvenes del mundo a mediados de la década del 60”.

No estamos en oposición a nadie, no tenemos problemas por la existencia de músicos que sólo están para ganar dinero o conquistar la mujer bella del momento o tener la palmadita del político de turno, ni con las decisiones de los demás, simplemente queremos destacar que ser artista es un compromiso con el arte y nada mas que con él, por lo tanto, no todos hacen arte aunque se los tape con elogios de toda índole y salgan en las tapas de destacadas revistas.

Mike Patton cantante de Faith no More y un largo etc. dijo: "Es nuestra responsabilidad como músicos mantener la música fresca e interesante, y la gran mayoría de los músicos no lo hacen. Creo que están demasiado dispuestos a conformarse con cualquier cosa "cool" y que les permita hacer dinero. Haciendo de esto un negocio no le hacemos un favor a nadie. Sí, yo vivo de ello y puedo sonar como un maldito hipócrita... pero lo que quiero decir es que el negocio raramente debería afectar al arte que estás creando".

Dinero como fin, igual, seres zombis carentes de alma y profundidad, eso es lo que se desvanece y pierde, el alma y la profundidad de la música, la vida, el pensamiento, el conocimiento, la amistad, la de la humanidad y hasta de las cosas que existen y no nos percatamos de ellas por nuestro sopor y codicia.
Bill Hicks – La Vida es un Paseo

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