Una vez Quino dijo que el no se sentía Argentino, pero que importa la nacionalidad de una persona, lo que verdaderamente es trascendente es lo que tiene que ofrecer su corazón, así que da lo mismo si es Cordobés o Porteño, Argentino o Español, incluso, si es Artista o Carpintero y esto lo expreso, no para criticarlo sino para valorarlo como es, mas allá de rótulos o etiquetas y descubrir que ofrece en su individualidad y lo que Quino vierte en su arte es maravilloso porque traspasa fronteras, sobrepasa la razón y nos hace sentir de una manera completa en cada pulso de nuestro ser sus ideas y ocurrencias porque habla con la inocencia, que nada tiene que ver con la intelectualidad.
Creemos por lo general que la acumulación de conocimiento es una virtud trascendentalmente importante y todo pasa mas bien, por no ponerle tanta cabeza a las cosas, y como prueba no hace falta mas que observar que cuando uno fallece todo ese conocimiento (acumular ideas e información) se desvanece en este mundo, en tanto que lo que obramos de corazón lo llevamos a esa otra etapa de nuestra existencia, por eso debemos descubrir nuestras intenciones negativas para erradicarlas de nuestra alma, porque después de esta vida las llevamos con nosotros y debemos responder por ellas.
La mente es importante, pero el corazón llega mas lejos, viajemos a esos lugares lejanos donde Quino nos transporta y sintámonos niños nuevamente, con esa inocencia que es capaz de abrir los cielos y que nada tiene que ver lo erudito.
Escrito por: Marcelo "brujito hechizero" Nieto
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