¿Alguien puede imaginarse el sonido de un agujero negro? Engullendo y engullendo cantidades titánicas de materia y energia. Pues eso es lo que se han propuesto unos físicos de la Universidad de Siracusa, diseñando un superordenador que podrá detectar e identificar los sonidos celestes provenientes de los agujeros negros.
Este superordenador ha sido bautizado como SUGAR (SU Gravitacional and Relativity Cluster) y muy pronto empezará a recibir grandes cantidades de datos provenientes del Caltech. Estos datos han sido recogidos durante los últimos dos años por el Observatorio de Ondas Gravitacionales (LIGO).
El ensamblaje de SUGAR ha sido realizado por un grupo de físicos pertenecientes al LIGO, una iniciativa mundial que trata de detectar ondas gravitacionales. Estas ondas gravitacionales están producidas por eventos violentos en el universo distante, como la colisión de agujeros negros o la explosión de supernovas. Estas ondas se propagan por el universo a la velocidad de la luz.
La construcción de los detectores LIGO fue terminada en 2005, y fueron instalados en Hanford, Washington, y Livingston, en el estado de Lousiana. Tras ser acabados, con una inversión de 365 millones de dólares, han estado dos años probándolos científicamente, y es ahora cuando va a empezar el análisis de los datos obtenidos.
Se espera que tanto el superordenador como la red de alta velocidad estén funcionando a lo largo de este mes. Una vez que los datos sean transferidos a la Universidad de Siracusa, los físicos podrá empezar a “escuchar” esta “sinfonía cósmica”.
Material aportado por: Fabián "jopito" Herrera
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