Cumplen años ellos y los que recibimos el regalo somos nosotros, el público, ya que Daniel Rabinovich, Carlos López Puccio, Carlos Núñez Cortés, Jorge Maronna y Marcos Mundstock estrenaron un nuevo espectáculo llamado “Lutherapia” en Rosario, costumbre esta de presentar cada nueva obra en dicha provincia Argentina que surgió porque querían evitar a la crítica de Buenos Aires, este soslayar a quienes los observan con aguda inquisición comenzó en el año 1981.
Al respecto Rabinovich explicaba en clarín.com que “Teníamos ganas de que no fuera la crítica, porque nos habían dado terror los últimos estrenos del 77 y el 79. Se llenaba la primera función de críticos y nosotros ni sabíamos cómo era el show, ni cómo hacerlo”. En tanto, Mundstock dijo “Además, la función con invitados y críticos es espantosa, es un público muy feo, no responde, no sirve para medir nada”.
Un maravilloso grupo de cómicos, instrumentistas y de excelente expresión que nos hace reír a carcajadas con cada una de sus creaciones y sin emitir un solo improperio o insulto, en esa simpleza que deja a uno abrumado gratamente al hacernos ver que existe el humor como la excelencia también en esa espontánea pequeñez del histrionismo y el lenguaje pero que a su vez engrandece a Les Luthiers.
En una nota que concedieron a la página virtual de Clarín, recordaron el aporte que hizo Roberto Fontanarrosa al grupo y que payasos trabajando extrajo para que nuestros lectores se empapen de la intimidad de esa magistral junta creativa.
Es el primer estreno sin Fontanarrosa, ¿lo sintieron?
Rabinovich: Sí, y más en Rosario.
Maronna: Parte de la tradición era el asado en su casa, al día siguiente o la semana siguiente del estreno.
¿Cómo lo conocieron?
Mundstock: A través de una persona de Rosario. Le dije "decile que lo admiramos y que nos gustaría conocerlo". Todavía no escribía en Clarín, sino en Hortensia. Entonces lo invité a comer a casa. Tiempo después me confesó que, como no sabía muy bien cómo venía esta historia, se vino con un amigo, por las dudas que no pensara que era una especie de cita de hombres. Me acuerdo que escuchamos tangos en casa, yo estaba soltero en ese momento...
Núñez Cortés: Por eso sospechó...
Mundstock: Y después, al poco tiempo, pensamos en pedir colaboración y lo llamé. En los últimos espectáculos fue colaborando menos. Pero no por su enfermedad, se fue armando distinto.
López Puccio: En Los premios Mastropiero colaboró poco.
¿Colaboraba sólo con chistes?
Maronna: Sí, pequeñas líneas de diálogos sobre temas que le mandábamos. Al principio venía a las reuniones creativas que teníamos, por el año 78 y 79, y alguna vez llegó a escribir alguna letra de canción entera, es el caso de Canción para moverse.
Rabinovich: Nunca estaba cómodo allá, no le gustaba Buenos Aires.
Maronna: Claro, era mucho por carta que mandaba. Después fue la época de mandarlo por fax, al final por mail un poco.
Mundstock: Otras de las cosas que escribimos con "El Negro" fue el monólogo de Oblongo. Lo hicimos en una mesa. Es uno de mis orgullos personales: el día que laburé con "El Negro", codo a codo.
Rabinovich: Después hicimos un laburo con él como de un año. Era una película con Luis Puenzo, Jorge Goldemberg, Les Luthiers y él. Se terminó de hacer un guión y todo. Una de aventuras con seis historias y un Luthier por historia.
Maronna: También con el psicoanálisis como aglutinante.
López Puccio: ¡Cierto!
Rabinovich: Ibamos al psicoanalista y hacíamos terapia de grupo pero con seis divanes, uno encima del otro y el psicoanalista tenía un sillón ascensor. El guión era muy lindo, pero muy caro y los productores dijeron "no, gracias".
Les Luthiers: Lo Importante Que Es Saber Idiomas- Radio Tertulia
Les Luthiers - Los Suicidas
Les Luthiers - Perdónala
Web oficial: http://www.lesluthiers.com/
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