En estos tiempos de hoy es difícil encontrar una opinión diferente y crítica de lo que el mundo puso ante nuestros ojos.
Como masa somos bastantes pasivos y obediente, lo que hace que seamos unas ovejitas al servicio de aquellos que viendo nuestra triste y apática realidad, esa que NO cuestionamos y aceptamos sin miramientos (religiosa, política, social, creativa, económica, del entretenimiento etc.) nos violen, enajenen y socaven truncando nuestro devenir espiritual y reforzando el sinrazón que vive el planeta.
Al que no quiere estar bajo la dictadura de esta realidad se lo tilda de subversivo mientras miríadas de miedosas personas aceptan ese gobierno de facto mundial.
Aquí en Argentina las masas repiten como loro el “Nunca Más” del gobierno militar pero como sociedad seguimos aceptando a dirigentes autoritarios que imponen en esta doble e hipócrita moral social.
La comunidad artística Argentina actual está escondida detrás del dinero que le ofrenda el gobierno, en esa solapada pero evidente coima institucional que ha devenido en una “obediencia debida” en donde los creativos se esconden en esa falsa seguridad que los convirtió en pajes de la política actual vernácula.
Han perdido el fuego sagrado e independencia que debe tener un artista, porque hacer arte conlleva una responsabilidad, no con el gobierno de turno y muchos menos con el dinero, sino con el dictado de sus propias almas, esas que hoy mancharon con los intereses políticos y económicos, negándose a ver la insensatez que hay detrás de esos cancerígenos artilugios que la política impone (“Pan y Circo para el Pueblo”).
En otra coordenada del orbe un músico que no se caracteriza por callar las cosas, Henry Rollins (Ex Black Flag), hacía una crítica a la Rolling Stone en una nota que le hizo la propia revista.
El foco de su observación era poner en duda el carácter artístico que se le atribuye a los personajes que terminan en las portadas de la popular revista:
“Nunca escuché Daft Punk, nunca escuché una canción de ellos en mi vida. ¿Son esos dos que andan con cascos, no? Eso para mí es la música para ustedes, es la mierda que hay en la tapa de su revista”.
Hay una maquinaria económica que banaliza lo que es ser músico o artista y los transforman en unos simples monigotes de las corporaciones que están detrás de ellos, que sabiendo de la pasividad de quienes habitamos este plano físico, han hecho músicos vacuos de creatividad para que la linealidad de nuestras mentes lo acepten.
Rollins amplió: “Ese mundo… me alegra que hayan encontrado todo ese público para ustedes, pero para mí ese mundo es alienante. Todo lo que provenga de los Grammy o de American Music Awards… ¿Miley Cyrus en la tapa de tu revista? No tengo nada en contra de nadie, pero todo eso simplemente no es para mí”.
Ni para nosotros…
Henry Rollins – “Starve”
Bill Hicks, comediante, aquí diciendo cosas que se relacionan con el artículo que escribimos
Bill Hicks, comediante, aquí diciendo cosas que se relacionan con el artículo que escribimos, segunda parte
Web oficial: http://henryrollins.com/
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