Denominar a Leonard Cohen puede resultar complicado, sobre todo si uno quiere ser justo con las multifacéticas formas con las que manifiesta sus creaciones, porque este canadiense es poeta, novelista, cantautor y hasta fue ordenado monje budista zen. Al parecer todos tienen la inquietud de darle un título o jerarquía porque, además, fue nombrado miembro de la Orden de Canadá y de la Orden Nacional de Quebec, pero sí hay una palabra que le hace justicia, y esa es “Artista”.
El autor del libro “Flores para Hitler” de 1964, como si no fuera suficiente con lo descripto en el párrafo anterior, fue galardonado este año con El Premio Príncipe de Asturias a las Letras, que según el diccionario Wikipedia: “es concedido a la persona, grupo de personas o institución cuya labor creadora o de investigación represente una contribución relevante a la cultura universal en los campos de la Literatura o de la Lingüística”.
Con esto nos convence más que la palabra que se ciñe a su espíritu creador es la de artista y para eso no hace falta ningún premio o categoría para avalar lo que se es.
El disco de 2004 compuesto de canciones originales de Cohen tendrá su sucesor el año que viene bajo el nombre de “Old Ideas” que según él estará integrado por temas que ya dio a conocer en vivo (“The Darkness”, “Lullaby”, “Born in Chains” y “Feels So Good”, entre otras).
En el discurso que ofreció cuando le fue entregado el “Príncipe de Asturias…”, el pasado 21 de octubre en Oviedo, España, dijo sobre como es el proceso de creación de su música:
“La música y la letra nacen a la vez. Algunos acordes sugieren una frase. A veces las palabras sugieren un movimiento en la guitarra, pero no es un proceso ordenado. No es como estar ante una mesa eligiendo palabras o notas musicales. Uno trabaja en la oscuridad, buscando, hurgando y luchando contra su propia incompetencia.”
Este hombre que concreta pendularmente su imaginario entre la literatura y la música es bastante carismático a pesar de su, a veces, mesura o si prefieren afabilidad con la que se desenvuelve a sus 77 años de vida que lo llevó a experimentar musicalmente con el Folk, el Rock, el Blues y hasta el Jazz.
Uno al sumergirse aunque sea leve o mínimamente en su vida, va encontrando esos fundamentos que cimientan los atributos que le endilgan y empieza a sentirse maravillado y deseoso de conocer más sobre él.
Es curioso que Cohen, alguien que expresa tanto artísticamente, después de su retiro en 1994 a un monasterio Budista en Los Ángeles saliera de allí bautizado como “El Silencioso”. Suena antagónico pero los invitamos a que lo descubran para que se den cuenta que su silencio dice mucho.
Leonard Cohen – “Bird on the Wire” del DVD “Songs From The Road”
Discurso de Leonard Cohen. Premios Príncipe de Asturias 2011
Web oficial: http://www.leonardcohen.com/
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