domingo, 28 de agosto de 2011

“The Wall” de Pink Floyd, la actualización perenne de su música

Mucho hemos dicho y se ha dicho sobre los prodigios musicales creados por la banda inglesa Pink Floyd a lo largo de su historia, desde la psicodélica progresiva con Sid Barret hasta las perfectas melodías y armoniosas vocalizaciones de sus trabajos más contemporáneos, entre ellos, esa pieza maestra creada e ideada por Roger Waters titulada “The Wall”.

Antológico álbum conceptual que está presentando alrededor del mundo haciendo justicia tanto para él mismo, el creador, como para el público, para que hoy ambos elementos de esa interacción artística, puedan disfrutar de una puesta en escena que finalmente encontró la tecnología que se ajusta y está a la gran altura que ostenta la tremenda obra creativa y que en Argentina de las dos fechas programadas pasó a cerrar la número 6 en el Estadio de River Plate, superando los 5 conciertos que alguna vez hicieron otros ingleses, Los Rolling Stones.

Su visita permite por primera vez al melómano de estas latitudes maravillarse con la presentación de un disco que alcanzó el pulso eterno de lo sonoro (se oye como si hubiera sido grabado en los tiempos que corren) y del concepto, tomando cautivas a todas las generaciones que le sucedieron desde su edición.

No solo fue un álbum que detenta una fuerte crítica a la guerra y al poder político, sino que también desentraña el conflicto madre-hijo y describe como el miedo es el arma mas poderosa que los opresores (políticos, familiares o quienes quieran dominarnos) han encontrado para poder tenernos bajo el control de sus propios intereses.

Incluso expone como la educación ha sido una herramienta para estructurar nuestro pensamiento y de esa manera ser más susceptibles al control perdiendo nuestra individualidad y transformándonos en “solo un ladrillo en la pared” de esa construcción unidireccional rígida que propone el sistema.

Miles son las aristas que uno puede encontrar en “The Wall”, nosotros solemos decir que un amigo, que a veces escribe en el blog (Fabián Jopito Herrera), psicoanaliza a sus amigos que van en búsqueda de su consejo, por medio de la extraordinaria pieza musical meditada por Waters, y a pesar que lo decimos a modo de chascarrillo, él logra encontrar en ella los elementos psicológicos para ayudar a los suyos, por dar un ejemplo concreto y empírico de quienes hacemos “Nieto Ni Lo Otro, De Todo Un Poco” de la ecléctica temática que se aborda en el material grabado en 1979.

Una Opera Rock que no pierde un ápice de contemporaneidad, parece estar en constante transformación, atemporal a la época de su concepción por su trascendencia en el tiempo. “The Wall” es el perpetuo renacimiento de la música.

Todo eso también demuestra que como humanidad no hemos logrado superar nuestros errores a lo largo de la historia. Tendremos mucha tecnología, habrá profusas ideas y teorías, pero no hemos conseguido transformar nuestras vidas de una manera evidente.

El intelectualismo ha contribuido a que todo siga como está, y aunque resulte antagónico, ha estancar nuestras mentes con su ruido impidiendo que logremos oír el susurro de nuestras almas, en donde mora la verdad del Universo.

Es allí donde la pieza musical grita a través del rostro que busca atravesar el muro (imagen iconográfica si las hay es esa) que despertemos del adormecimiento que entumece nuestros pensamientos, pero todavía no tenemos la voluntad de escuchar porque es más sencillo estar “cómodamente adormecidos” por el régimen mundial que hemos permitido que se establezca, ya sea por acción u omisión, que tener una actitud activa y crítica de las cosas que dicta ese sistema.
Pink Floyd – “The Wall” la película: “Another Brick in the Wall (part III)” – “Goodbye Cruel World” – “Is There Anybody Out There” y “Nobody Home” subtitulado en español

Web oficial: www.pinkfloyd.com/

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