En estos tiempos está la manía de maquillar todo al punto de perder originalidad y sinceridad, ya sea para no mostrar lo peor de uno, o para, en el caso de la música, cercenar esas impurezas propias que se generan cuando la adrenalina, la prontitud de los actos a ejecutar sólo pueden ser observados tal como son.
Esa paranoia de no mostrar lo feo le quita la belleza (aunque suene paradójico) porque va en contra de la naturaleza de la vida misma. No queremos reconocer que somos imperfectos. En el error esta la posibilidad, si lo aceptamos, de encontrar el camino a una situación más luminosa en nuestras vidas y en todo lo que en ella se desarrolle.
Se ha comprobado que una pieza musical reproducida por una computadora no suena igual a si lo hiciera un humano, suena chata y monótona porque la tecnología no puede reproducir la intención y formas creativas del humano en la ejecución.
La música de los sesentas o setentas tiene magia y soltura precisamente porque los músicos solían grabar como si estuvieran en vivo, desentrañando así la belleza de lo natural y propio de la intrínseca realidad humana, sin Pro Tools ni ningún elemento tecnológico que amarre o borre lo divino del momento.
Todo lo escrito viene porque en éste adelanto de la legendaria agrupación de Heavy Metal, Judas Priest, se cebó en la tarea de borrar imperfecciones al punto que parece un registro de estudio, como se puede comprobar en "Turbo Lover", tema con el que promocionan el DVD que editarán el 28 de mayo.
No vemos que esté mal tratar de encontrar el mejor sonido, pero cuando eso va en detrimento de la naturaleza del ahora y de las creaciones que toman lugar en ese eterno presente, entonces estamos hablando de una manipulación, ergo, pierde originalidad y gracia.
Judas Priest – “Turbo Lover” del DVD en vivo “Epitaph”
Web oficial: http://judaspriest.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario