martes, 9 de septiembre de 2014

Luna henchida de la luz que me desnudó

Me vi inmediatamente sumido en el juego que ella proponía, no hubo invitación o convide previo que me ofreciera la opción de elegir.

La Luna esplendorosa en su fuente inagotable de magnetismo captó primero mi atención, su rostro pendulaba apareciendo ante mí a ambos hemisferios de cada uno de los edificios de la ciudad, subyugándome para que mi atención estuviera fuera del frio, denso y rutinario proceso de la urbanidad.

Ella me tomó cautivo con la calidez infante de su propuesta a escondidas, descubriendo su intensión pletórica de luz donde guardaba un propósito de misterio para el final de mi caminar citadino.

Me llevó a un amplio y majestuoso firmamento para escapar definitivamente del agobio del cemento para que allí comenzara la travesura adolescente con su apresurado escape por entre las nubes, a las que quiso hacer cómplices de su pillería mientras corría rauda intentando escapar de mi vista que la contemplaba absorta de fascinación, pero aquellas nubes se compadecieron de mí búsqueda desnudando y anticipando sus lúdicos planes escapistas, me guiaban en mi trayecto de adoración hacia esa fuerza moza.

En un momento mi corazón latía con una intensidad inusual, más bien era un latir verdadero, mostrándome que antes experimentaba sólo el reflejo de la función cardiovascular que irriga el cuerpo que revestimos, ahora latía también para mi mente, mi alma y el Universo.

Eso me distrajo de ella, la Luna llena de gracia, hasta que alcé mi vista para redescubrirla y estaba sola, imponente, mujer, mirándome fijamente sin una nube que impidiera nuestro encuentro celestial.

Ella y yo nos sentíamos en la soledad de la noche, los abstractos edificios también desvanecieron en la conexión profunda que teníamos y junto con ellos el miedo, la duda, la ansiedad, etc. y fue allí cuando algo comenzó a quemar en mi pecho, el vacio, una vacuidad que lejísimo estaba de ser angustiante, era bella y profundamente pacífica, mi ser completo estaba agradecido a la vida por esta oportunidad sagrada de estar vivo, porque es a través de ella, la vida, que elevamos nuestras almas al cielo o de la capacidad de traerlo a este mundo soez...

La Luna en realidad no me guió por un juego caprichoso, me llevó a un viaje interior, la luna sólo estaba reflejando mi experiencia introspectiva de sombras y luz, hasta que se me reveló el misterio, era yo mismo, desnudo del mundo y mis ilusiones.


De: Brujito Hechizero

Tool – “46 & 2” subtitulado en español, canción que habla sobre nuestras sombras