Ronnie James Dio cumplió el tiempo que se le concedió dejando su registro vocal en la historia del Metal

La muerte, aquella instancia de nuestra existencia, que aunque suene paradójico, es parte de la vida, porque en realidad somos inmortales, solo fenece nuestra materia, nuestro cuerpo tiene caducidad pero nuestra alma sigue su rumbo en total y eterna libertad, como lo hace el viento que sopla sin dirección aunque a veces tenga un recorrido. El alma posee también un trayecto que debe cumplir que es, nada mas ni nada menos que el mandato de aquel que creó todo lo que existe.
La muerte es por lo tanto un paso que debemos dar pero no por eso dejar de buscar el vivir la vida con alegría, agradecimiento, plenitud, sin miedos y meditando sobre uno mismo para descubrir aquellos sentimientos oscuros que no dejan que demos lo mejor de nosotros en este mundo material, es aquí en este presente terrenal donde debemos traer el cielo porque es para eso que se nos concede la vida y no con la muerte, por eso es sagrado este tiempo que vivimos.
Seguiremos encarnando hasta que aprendamos a expresar los mensajes del alma, en ella está la estrella que nos guiará por el camino de la felicidad porque conoceremos el propósito que tenemos que cumplir en este camino terrenal y por lo tanto seremos felices al escuchar el dictado susurrante que brota con sabiduría de nuestro interior, todo está en uno, nada allá afuera nos puede decir quienes somos o lo que debemos hacer.
Ha muerto el cuerpo físico de quien en vida recibió el nombre de Ronnie James Dio, un cantante de voz prodigiosa que surcó su destino en la música Heavy Metal integrando bandas como Black Sabbath, Rainbow, Elf y su última agrupación Heaven And Hell.
Murió para seguir viviendo otra realidad, la que los designios de su propia alma le dictaminen…Dio – “Heaven And Hell”

Web oficial: www.ronniejamesdio.com/