viernes, 8 de abril de 2016

Ese tiempo pequeño que en Tool se hace eternidad

Hace menos de un mes Maynard James Keenan nos ofrecía una lacónica descripción del proceso creativo en el que se encontraba el material que formará parte del sucesor de “10000 Days” de 2006: “Hemos llegado a un punto en común pero parece que no logramos avanzar”.

Ese doloroso encuentro y desencuentro que se desencadena en la parábola que van dibujando las musas y sus canalizadores, haciendo, en el caso de Tool, que pequeños detalles o los pocos tiempos que faltan para culminar sean en realidad nuevos procesos dentro del Todo en esa inspiración que terminará siendo la obra.

Entonces no suena a metáfora cuando nos referimos al maravilloso Universo que conforma la banda, es un Cosmos donde un ínfimo cambio o detalle modifica la perspectiva de lo que es el tiempo y las formas en el estudio.

Ahora, a través de su web el grupo deja saber este aspecto del momento que vive con los pormenores de las nuevas canciones…

“Personalmente, no creo que cambien muchas cosas, especialmente a estas alturas del proceso compositivo/arreglos, en el que, creo, solo quedan un par de canciones ‘cortas’ por completar, junto a una transición o dos o tres (por supuesto, debemos tener en mente todos los cambios que quizá se deban hacer para acomodar la voz, etc. una vez todos los arreglos estén listos)”.

Más allá que nuestras ansiedades no son calmadas (y así debe ser, porque el tempo del verdadero arte tiene su propia dimensión, lugar y momento) es hermoso que esa fricción y hasta ese aparente “no avanzar” estén dándose la mano para que indefectiblemente todo caiga en su lugar.

Tool es vívidamente contemplativo de una totalidad en cada uno de los detalles en los que trabajan.
Tool . “Pushit” en vivo en 1998

3 comentarios:

Milton Arias dijo...

Tremendo... al respecto:
El texto –sin firma y cuyo autor Mono Fontana se resiste a revelar– iguala acción y desarrollo. Como el ciruelo, el paradigma de la acción es vencido por su propio peso. El crecimiento es lento pero el desprendimiento sucede en un instante. Ciruelo (1998) se llama entonces su primer cd, inverosímilmente tardío, en el que intervienen también el percusionista Santiago Vázquez y el celista Martín Iannaccone. “Tardé mucho tiempo. Y no fue por falta de posibilidades. Simplemente mi tiempo es más lento que el de otros”

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-303-2002-08-03.html

Brujito Hechizero dijo...

Hermoso aporte mi loco querido!! Gracias por eso

Brujito Hechizero dijo...

No sabía que tenías un blog, lo pondre en la sección "Estoy en Unión con..." de mi blog amigo del corazón! =)