La Wild en medio de la lluvia no es precisamente ni poeta ni profunda
No es que me tapo los ojos para no ver hacia afuera. Me gusta ver para adentro y hacer que la semilla vuele a árbol, el árbol a nido, los nidos a alas, las alas a fuego. Tu boca a besos, mis pasos a panes. Me ha dado por repetir el afuera adentro y a la inversa y dibujarte con letras y migas. Soy tan mala pintando como garabateando papeles. Pero soy muy buena esperándote con mates a cualquier hora y en cualquiera de los patios. Tan buena como ese gesto tuyo que multiplico para saberme y serte. En definitiva lo maravilloso de cada día es la pregunta y todas las líneas que dispara.
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