La farmacología y sus efectos secundarios tan contradictorios como el mundo en sí.
En el caso de Cornell, un ansiolítico prescripto para sobrellevar el proceso de cura de sus adicciones, que entre sus efectos lindantes está el de la adicción (parece un chiste de mal gusto) al medicamento y la de producir pensamientos suicidas.
La medicina a dejado de ser hace siglos una ayuda para el paciente desde que precisamente se transformó en negocio, y en uno muy lucrativo por cierto, que desprecia al enfermo y al destino que tenga éste por ingerir sus dudosos ingredientes.
La muerte, destino inevitable de nosotros los seres humanos durmientes, es parte de la vida y de nuestro aprendizaje, y a veces, nacen para ser contados sentimientos que tienen que ver con la sabiduría, como esta carta abierta de Vicky, la mujer de este magnífico músico que siempre vivirá en nosotros…
A mi dulce Cristopher.
Fuiste el mejor padre, esposo y yerno. Tu paciencia, empatía y amor siempre fueron demostrados.
Siempre dijiste que te salvé, que no estarías vivo si no fuera por mí. Mi corazón brillaba al verte feliz, vivo y motivado. Entusiasmado por la vida. Haciendo lo posible por devolver la mano. Tuvimos el mejor momento de nuestras vidas en la última década y lamento, mi dulce amor, no haber visto lo que te pasó esa noche. Lamento que estuvieras solo, porque sé que ese no eras tú, mi dulce Cristopher. Tus hijos también lo saben, así que puedes descansar en paz.
Estoy destrozada, pero seguiré de pie por ti y cuidaré de nuestros hermosos hijos. Pensaré en ti cada minuto de los días y lucharé por ti. Tenías razón cuando decías que éramos almas gemelas. Se dice que los caminos que se han cruzado lo volverán a hacer y sé que me encontrarás, y estaré aquí esperando.
Te amo más de lo que cualquier persona haya amado y amará a alguien en la historia.
Siempre y para siempre, tu Vicky.
Soundgarden – “Fell On Black Days” en vivo
Temple of The Dog – “Hunger Strike” en vivo
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