Desierto

Soy una voz en el desierto,
los pies en su aridez.
Soy el Espíritu de lo cierto,
como lo es el calor de su avidez.

En esa soledad en solitario caminante
de su arenal…

¿Encontraré el manantial que pulsa en el pecho cristalizar?

Bebida de vida que refresca el andar
y mantiene en curso el destino del que quiero abarcar.

El abrasivo calor del Sol me recuerda del Espíritu su persuasivo mandato.

No soy nada, ni nadie, 

casi un no nato.
tan anónimo como cada grano de arena
que se comprime bajo mis pies
y que se hicieron tiempo en este cuerpo…

Drenando energía, al igual que un reloj de arena,
para llegar a la hora de terminar de caer en la cuenta.

Del que se desdobla: Brujito Herchizero

Divididos – Un Alegre en este Infierno