No escribimos en el blog sobre la muerte, no porque no la reconozcamos, sino porque no aporta nada el lamento sobre quienes dejaron su cuerpo físico, esa materia que no somos en realidad, es sólo un medio para que nuestras almas (somos seres espirituales en una experiencia humana) evolucione, se eleve por sobre esta pobreza que representa el mundo.
Bill Hicks, un extraordinario cómico estadounidense decía esto sobre qué somos y sobre la muerte: “La materia es pura energía condensada en una baja vibración. Todos somos una sola consciencia experimentándose a sí misma, subjetivamente. No existe tal cosa como la muerte. La vida es sólo un sueño y somos la imaginación de nosotros mismos”.
En realidad la muerte no existe aunque se produzca y la vivamos como tal, incluso, cuando estamos con vida en realidad estamos muertos pero es la oportunidad de nacer nuevamente en esa vida que nos fue prestada, dejando morir nuestro ego, para trascenderla, a ella y a la muerte, y entrar en la consciencia que somos eternos y que todo este dolor es sólo una ilusión.
Nadie muere cuando muere, aunque si hablamos de artistas, su fallecimiento no representa una pérdida en la mundanidad de nuestro existir y más aún cuando él ha influenciado de maneras tan concretas, en su rubro, el arte y el existir de muchas personas.
Es el caso de Dimebag Darrell que a sus poderosos y singulares riffs los cargaba de un Groove mágico que servía de magnetismo instantáneo para quienes los escuchaban sin importar si esos sonidos que emanaban de su guitarra se volvían cada vez más pesados, y si piensan en “Far Beyond Driven”, a pesar de las letras marginales y duras, el álbum en su musicalidad encierra encanto, denso, filoso, contundente, pero armoniosamente encantadora.
El legado de Darrell impregnó al género pesado tanto como lo hizo el gran Tony Iommi con Black Sabbath, porque supieron sentir la música, se dejaron atravesar por ella y la manifestaron por medio de su propio tamiz, si no fuera por eso estaríamos sólo escribiendo de lo bien que tocaban sus instrumento, porque grandes guitarristas hay en todos lados pero aquellos que dieron algo de sí mismos no abundan.
Phil Anselmo, quien fuera compañero de Darrell en Pantera, dijo a Metal Hammer, al cumplirse una década de su deceso, lo siguiente: "De ninguna maldita manera voy a celebrar la muerte de uno de mis mejores amigos... No haré canciones de Pantera o algo como eso. Como en todas las noches, le dedicaré una canción a Dimebag. Siempre le dedico 'Lifer', porque si había un condenado en el metal, alguien que lo vivió, lo respiró y forjó, fue él".
Antes de preocuparnos por la muerte de los seres que hemos amado o disfrutado de la manera que sea, sería más trascendente para nuestro existir ponernos en la tarea de despertar de este sueño que es la vida-muerte y de esa manera nacer en la eternidad.
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