Al frente de la pista, la atmósfera de Jamie Muir frotando varillas de vidrio con paños lubricados en aceite y lo que suena como una cítara sobre grabada ejemplifica el enfoque creativo para desarrollar el sentimiento de la pieza y es interesante notar que Fripp tiene una idea muy clara sobre cuánto de se debe utilizar en la mezcla final.
David Cross toca la flauta, aunque no aparece en los créditos de la portada del álbum y, aunque no toda la flauta que se escucha en esta toma, o incluso la viola en la introducción, llegaron a la mezcla final, confirma nuevamente los aspectos exploratorios del proceso. En ese tiempo. El piano de John Wetton durante la sección central tampoco fue recogido en los créditos del álbum terminado.
Finalmente, la guitarra acústica de Fripp, con un sonido brillante y nítido, con armónicos centelleantes decorativos, está empapada de melancolía que refleja el tema de la canción, su delicada pulsación une toda la pieza".
De esta forma se recapitula sobre la canción de las sesiones de aquel disco de 1973 encontrando un nuevo sentimiento que se desprende como lo hace el fruto que se emancipa del árbol para descubrir las riquezas por prodigar de maneras que ni imaginamos en su momento…
Si no pregúntenle a Issac Newton (o escuchen como nos lo cuenta, los instrumentos)
King Crimson - “Exiles” de las "Stormy Monday Selection"
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