Preñada de Sol está la Luna, pariendo en la luz a su hija. Ella madura en la oscuridad dispensando el renacimiento de todas las cosas.
Mostrando a los ojos lo que la noche mantenía en el misterio.
Noche furtiva y pretenciosa que la Diosa moza expone revelando que el Misterio verdadero mora en el profundo silente y no en lo invidente.
Su propia oscura enjundia la condena a dejar brillar la luz que le es ajena, aquella que nunca sería, por eso fenece en cada alborada.
Plenilunio de ensoñaciones que susurra la imaginación sin pronunciarla.
Intensa y tenue. Tenue su luz que intensifica la mística en la noche y que entrona en la profundidad de su oscuridad.
Profusa la energía magnética interiorizando el deseo por los Misterios en su hondonada sideral en el ser que transita con los ojos bien abiertos, cuando la pupila de fuego se hizo secreto en el horizonte de su mirada, en el último parpadeo del día.
Imaginando también se descubre cuando se siente y uno se transforma en lo que imagina, no hace falta gesticulaciones para convertirse. Hay que vivirlo.
Somatizarlo en el cuerpo de la vida.
Resplandece como estrella en la sombra del mundo el que sintiendo ese “Más Allá” sibilino hace su luz raíz en la razón.
Entrar en la noche para contemplar el amanecer.
¡Ay mi bella Luna, cómo me inspiras cuando te imagino henchida!
Arrullo de energías que mecen en la noche, que sueñan el día que está por venir.
De: Brujito Hechizero
Pink Floyd – “Eclipse” Subtitulado en español
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